El aeroarm
El primer diseño técnico que realicé del aeroarm data del año 1985. Por
lo tanto, podría decirse que es labor de toda una vida. Pienso, pues,
que es el trabajo concreto más importante que jamás había realizado. Y
lo es, no porque el brazo sea tangencial, ni porque utilice un cojinete
de aire, sino por el desafío que acepté respecto a la reproducción de
discos analógicos. Considero que es una innovación tanto su diseño como
su arquitectura. Todo esto no es solo un “producto”.
El aeroarm es como un reflejo del proceso de cortado tangencial
mediante el que se hacen todos los discos analógicos. Creando una
imagen de espejo del proceso de producción, el aeroarm trata de
alcanzar la manera de reproducirla con la mínima dificultad y la máxima
fiabilidad posibles y, además, con elegancia poética. Nuestra
sensibilidad nos hace apercibir la gran importancia de estas cosas.
El aeroarm no es para los pusilánimes. Ni es un aparato que una vez
ajustado puedas olvidarte de él, ni fue concebido como un “producto”,
ni como una promesa propagandística. Ni le ahorrará tiempo ni
facilitará su vida, de hecho puede volverle loco… Entonces, ¿qué es?
El aeroarm es un microscopio sónico, un instrumento para la extracción
de la información almacenada en los microsurcos de la grabación
analógica. Y hace esto sin manifestar su opinión, simplemente
“transcribiendo lo escrito”, sin adulación, prejuicio o deseo.
El aeroarm es aproximadamente 4,6 veces más pequeño que un brazo
convencional. Esto significa que los errores, tanto en la alineación de
las cápsulas como los inherentes a los propios discos, que normalmente
se hacen inaudibles por la enorme masa de un brazo convencional, en el
aeroarm se multiplican por un factor de 4,6. Por lo tanto, el ajuste de
los parámetros debe de hacerse con mucho más cuidado de lo normal (el
perdón nunca estará en las instrucciones del aeroarm)
El aeroarm no funcionará a menos que esté perfectamente horizontal.
Tampoco funcionará si el suministro de aire está contaminado o es
inadecuado. Y como cualquier instrumento quirúrgico, para el que la
limpieza es esencial, en el caso que esté sucio, obviamente lo pondrá
de manifiesto. Debe estar ajustado y debe tratarse con especial
conocimiento, constante cuidado y exactitud. Sin embargo…
Es el aparato analógico más rápido que jamás he encontrado: al tener
una masa tan pequeña, reacciona con una sorprendente rapidez ante los
pasajes cortos (transients) (4,6 veces más rápido de lo normal), y como
tiene tan poca masa no almacena energía que consecuentemente
proporcionaría coloraciones, confusiones y retardos.
Parece capaz de resolver los más finos detalles y las más rápidas
señales. Y así es en sí mismo, sin imponer su firma: no se oye ningún
rastro de mecanismo, solamente la reproducción del disco. Es
transparente, no tiene la ambición ni el deseo de “darse a conocer”. No
busca la gloria, ni tiene ninguna pretensión, ni se esconde de nada.
Con toda justicia, el aeroarm, puede ser denominado como “contador de
las verdades” No busca más que esto. Esta es su justificación.
Comparación de la geometría del brazo: brazo de 9”/brazo de 12”/ aeroarm
Longitud efectiva: 235 mm / 310mm / 50mm
Angulo compensatorio de la cápsula: 24º / 18º / 0 º
Error tangencial: 18 mm / 13 mm / 0 mm
Masa flotante media: 280 gr./ 320 gr. / 68 gr.
Masa efectiva: media / media-alta / baja
El
aeroarm consiste básicamente en un “puente” —la parte más importante
del chasis— y un “carrito” flotante en el que se monta la cápsula. El
“puente” se monta sobre el brazo del giradiscos (record player) y es
regulable en altura y en los parámetros de ajuste tangencial y azimut.
El “carrito” desmontable aporta suficientes facilidades para los
ajustes de la cápsula, el error tangencial, el ángulo compensatorio y
el peso de lectura.
El “aeroarm es un sistema que trabaja a presión baja, con un volumen de
aire reducido y con una suspensión aerostática de alta precisión. Un
cordón umbilical (tubo proveedor de aire) aporta directamente el aire
al “carrito” flotante, y un cable Linz muy fino recoge las señales de
la cápsula y las envía al preamplificador de fono.
Normalmente el cable Linz suministrado es de cobre de gran pureza y
libre de oxígeno. Podemos ofrecer también un cable de plata de alta
pureza con conexiones también de plata con un suplemento de precio. El
conjunto del cable utiliza cinco filamentos que permiten realizar la
transmisión de la señal verdaderamente balanceada. Las conexiones con
la cápsula se realizan con conectores chapados en oro, y la conexión
con el sistema de audio a través de un conector de precisión Lemo de
cinco vías hasta la propia caja de conexión y de ahí en adelante, por
cables de audio
RCA estándar o de tipo
XLR
al preamplificador de audio, facilitando el uso de más de un cable del
“carrito” flotante/cápsula si fuese preciso.
Se necesita un compresor de aire. Nosotros no estamos autorizados a
suministrar compresores, pero podemos recomendar los modelos adecuados
y cómo se han de instalar y han de funcionar. No obstante, podemos
suministrar todo lo necesario para la regulación, filtraje,
monitorización y los conectores necesarios para permitir la operación.
El aeroarm normalmente requiere un suministro de aire de
aproximadamente 0,5 litros por minuto (0,018 cfm) a una presión de 1,5
bar (22 psi). Recomendamos un compresor capaz de entregar el doble de
estas cifras para disponer de un buen margen de aire comprimido de
reserva (preferiblemente con un depósito de almacenaje de cuatro
litros), y que funcione tan silenciosamente como sea posible. Así mismo
recomendamos que el compresor esté situado en una habitación adjunta
(nunca cerca del lugar de audición) y conectado a un ramal diferente de
suministro eléctrico, si fuera posible.
Como el aire comprimido, incluso a presión y volumen bajos puede
considerarse peligroso si se utiliza incorrectamente, el aeroarm ha
sido concebido para protegerse por si mismo contra una eventual
sobrepresión a través del regulador de la presión de salida a menos de
2 Bar y, para mayor seguridad, sencillamente, con la desconexión
automática del tubo del aire, si la presión supera las cifras
previstas.
La fijación del
VTA (ángulo de la tracción vertical) es un tema muy importante, dado que los errores del
VTA
son especialmente graves por la corta dimensión del brazo y porque
todos los discos no son del mismo grosor. Por lo tanto, la altura
debería ser diferente para cada disco. Ante tal hecho estimamos que los
instrumentos de nivel para ajustar la altura son poco útiles y
prácticos. Como alternativa suministramos unas líneas paralelas sobre
un medidor transparente para poder ajustar la cápsula visualmente de
forma sencilla, cada vez que quede mas baja sobre el disco.
Aunque el conjunto carrito/cápsula puede ser intercambiado con bastante
rapidez, cada cambio requiere un reajuste minucioso del cordón
umbilical y del cable de señal para no obstaculizar el libre movimiento
del transporte, con lo que el plug and play (enchufar y funcionar) no
es viable. Se ha de poner lo suficiente de nuestra parte si se quieren
optimizar los resultados.
En un mundo ideal, el aeroarm es un dispositivo casi perfecto y
responde de acuerdo a los principios básicos de la teoría termodinámica
y las Leyes de Newton: bien instalado, un grupo móvil flotará
perfectamente en un espacio libre, a menos que una extraña fuerza actúe
sobre él. Cuando esa fuerza es la espiral conductora del microsurco de
un disco, tenemos música. Cuando esta fuerza es la impedancia (rigidez)
de la manguera de suministro de aire, tenemos una fuente de error no
deseada. Minimizar el error es la dificultad más importante asociada al
aeroarm, ya que representa probablemente el 80 % de su comportamiento
no tangencial. El alineamiento de la manguera de aire (cordón
umbilical) es, por lo tanto, fundamental para su buen funcionamiento y
a ello hay que prestar mucha atención. La rigidez y la orientación del
cable de señal aporta el 20 % restante del comportamiento no tangencial
de la impedancia mecánica.
Suministramos un disco plano y liso (no cortado) con el fin de ajustar
la manguera de aire. Es muy similar al proceso requerido para regular
el mecanismo antideslizamiento de un brazo convencional y pivotado:
ajustar la tendencia hasta que el brazo no sea atraído por la derecha o
por la izquierda, sino que quede estable donde se coloque. Para un
brazo pivotado, esto se consigue aumentando o disminuyendo la fuerza de
la tendencia. En el aeroarm se logra mediante la orientación cuidadosa
de la manguera del aire en conjunción con la nivelación del conjunto
del giradiscos (usando la gravedad como ventaja). Por lo tanto no
necesita un mecanismo de ajuste como un brazo lineal (anti-skating) —la
tendencia al desplazamiento no existe—, no obstante hay que minimizar
la impedancia mecánica del conducto del aire. Su minimización debe ser
el objetivo si se quieren alcanzar resultados óptimos.
Aunque el aeroarm realmente soporta muy bien los alabeos, su corta
naturaleza da lugar a un error del ángulo de tracción vertical (
VTA),
mucho mayor en la práctica, y así, la lectura de los alabeos no puede
considerarse su mejor cualidad. Los alabeos grandes son “oídos” como
discos no concéntricos: subidas y caídas de tono.
Dado que el “puente” del aeroarm se mantiene en una posición fija sobre
la superficie del plato, el poner y quitar discos requiere un cuidado
un poco especial, aunque no es una cuestión demasiado importante. En
cualquier caso el eje del disco puede sacarse, si se desea, a lo cual
uno se habitúa fácilmente.
El aeroarm fue diseñado originalmente para aplicaciones de archivo de
información —principalmente para ayudar al copiado de discos de gran
diámetro que giran a velocidad alta, en donde las fuerzas g tienden a
“tirar” del brazo pivotado sobre el disco—, no obstante su capacidad
para resolver los detalles finos, así como su musicalidad, ha ganado
muchos admiradores entre los audiófilos o amantes de la música en
general.
Cada equipo se suministra en dos compartimentos con todas las
herramientas y accesorios necesarios para realizar las operaciones
(excluido el compresor), y se envía en un paquete sólido para resistir
el transporte y soportar con seguridad el almacenaje.
El aeroarm simplemente obtiene más de los microsurcos del disco que
cualquier otro brazo y lo hace con toda naturalidad. Se escuchan con
precisión las diferencias entre las cápsulas. Las diferencias de
prensado de los discos también son percibidas con precisión. En
resumen, todo se escucha con claridad (incluyendo cosas que usted no
desearía escuchar: discos malos, prensados mal hechos, discos sucios,
etc.) En última instancia, el aeroarm sirve para todo eso.
El aeroarm es un instrumento de precisión, un objeto bello en sí mismo,
una escultura.
Simon Yorke, junio del 2009